Evolución o revolución
Originalmente publiqué esto como comentario a este artículo en ZDNet, pero pensé después que se merecía algo mejor que un comentario.
En muchas cosas. En la vida, la cultura, los sistemas políticos o las motocicletas. Pero por supuesto también en los sistemas operativos y las aplicaciones que corren en ellos. En todas estas cosas, la evolución es casi siempre mejor que la revolución.
Escritorio y servidor, son lo mismo. En realidad los usuarios, en casa y en la oficina, no queremos cambiar nada lo suficientemente grande para ser desesperadamente difícil manejarlo. Lo que queremos son mejoras. Limar las preocupaciones. Queremos que tras cada actualización las cosas sean un poquito mejores. Es como funciona la evolución en todas partes, lo que se va viendo como mejor, va cambiando con el tiempo.
Y queremos que las actualizaciones sean algo que puedas hacer en tu tiempo de trabajo sin mayor preocupación, sin inquietudes. Especialmente en un contexto corporativo. El cambio en forma de evolución entre versiones de software no implica gastos indirectos en la planificación, supone requisitos para pruebas menos rigurosos y en general menos preocupaciones para todos. Las actualizaciones deberían ser regulares, parches posiblemente agrupados en service packs pero no descabelladas nuevas características ideadas por viles departamentos de marketing.
En resumen, nos gustan los ciclos de desarrollo como los de Ubuntu y OpenOffice, o Firefox, o —como hacen ahora— KDE. Todos preferiríamos esto, incluso los que seguimos atados a viejos sistemas heredados que no acostumbran a comportarse tan amablemente.
Esas nuevas versiones de software o de sistemas operativos, en forma de grandes pasos adelante, sugieren una mentalidad caduca, la de los viejos sistemas propietarios heredados. Los que nos hemos movido al nuevo modelo no necesitamos que nos «vendan» las actualizaciones porque no tenemos que pagar por ellas. Los cambios incrementales casi siempre nos resultan más cómodos a todos los implicados.
Es el motivo por el que el software libre resulta más amigable para la gente, y también para las organizaciones, independientemente de su paradigma de desarrollo.
Visto en OA – Ubuntu.
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Vease la filosofia gnome3 vs kde4, en cierta manera los usuarios de linux tenemos esa opción de tener donde elegir.
Un saludo
Si, los que somos usurios de SL contamos con estas ventajas, pero en algún momento, aún en el ambiente corporativo, hay que enfrentar una pequeña o gran revolución. Una actualización de 32 a 64 bits en el hardware algún día será necesaria, si bién todo se verá igual, alguien tendrá que operar una migración. Esto por poner el ej. menos traumático, se me ocurren otros muchos más drásticos. De todos modos, siempre será una ventaja el uso de SL en estos casos.
Saludos.
Zero Zen.